BALANCE DE LA PRIMERA ASAMBLEA NACIONAL DE SUMILLERES CELEBRADA EN LA PROVINCIA DE ALICANTE
FRANCISCO BERENGUER: «EL NUEVO CERTIFICADO DE UAES UNIFICA LA FORMACIÓN DE SUMILLERES EN TODA ESPAÑA»
Lucía Gandía – ALICANTE PLAZA
Por primera vez en 25 años, la Asamblea Nacional de Sumilleres ha tenido como anfitriones los vinos alicantinos. El encuentro, organizado conjuntamente por la Unión de Asociaciones Españolas de Sumilleres (UAES) y la Asociación de Sumilleres y Enófilos de Alicante (ASECA), arrancó el 13 de septiembre y finaliza este miércoles, día 15, tras tres intensas jornadas que han servido de termómetro para medir la situación actual del sector. Ante la imposibilidad de celebrarla en 2020, esta ha sido, por tanto, la primera gran reunión postpandemia. El presidente del colectivo alicantino y delegado de la Comunitat Valenciana, Francisco Berenguer, hace balance de la cita y revela las decisiones adoptadas que supondrán un avance cualitativo para el gremio.
Así pues, la gran noticia de la asamblea es que, tras años persiguiéndolo, la UAES ha conseguido crear el Certificado Profesional de Sumiller, un título que, según Berenguer, permitirá “unificar la formación en toda España” y avalar, bajo el amparo del principal organismo del sector, la profesionalidad —por estudios y experiencia— de quienes practiquen el oficio. “Todas las asociaciones impartiremos el mismo curso y no habrá desfases ni cursos intermedios”, precisa el portavoz de ASECA. También estas entregarán el diploma a las personas asociadas que cumplan el reglamento oficial y común para todo el país. Los diez primeros títulos, por cierto, serán otorgados —tal y como avanza Berenguer— a “campeones de España y referentes en sumillería” durante el campeonato nacional que se celebrará en Gourmets los días 20 y 21 de octubre.
Con esta medida, que contribuye a regular y profesionalizar el sector, la UAES pretende, además, eliminar el intrusismo que actualmente sufre el colectivo. Por todo ello, se está impulsando un plan de promoción para que, a través de las asociaciones —a las que se ha sumado Málaga y pronto lo hará Toledo—, la sumillería sea reconocida tanto por las instituciones como por los medios y la ciudadanía. En este sentido, Francisco Berenguer ya ha compartido con sus socios su propuesta para Alicante: “Quiero crear unos cursos de sala y cocina; hacer una pequeña fusión para que la gente respete y mime más a la figura del camarero y, en este caso, del sumiller”.
Lo que sí estaba y está disponible en la sede de ASECA y en la Cámara de Comercio —entre otros centros de formación— es el curso de sumillería, al alcance de quien quiera obtener mucho más que conocimientos vinícolas y, probablemente, un puesto de trabajo en un futuro cercano: “Con la pandemia, mucha gente ha estado en ERTE y ha sido muy reacia a entrar en la hostelería, por eso se están demandando tantos sumilleres”, declara Berenguer.
Destaca, además, que la mayoría de restaurantes con estrellas Michelin de la provincia y la Comunitat cuentan en sus salas con sumilleres de ASECA, entre ellos el Monastrell, de María José San Román, y La Finca, de Susi Díaz. Algunos, incluso, han traspasado las fronteras y prestan sus servicios en países europeos o extracomunitarios. Este año, de hecho, el campeonato nacional contará con cuatro profesionales alicantinos: Miguel Terol (del restaurante Beat, en Calpe), Guillermo Llopis (de Le Sol, Alicante), César Hernández (del Audrey’s, también en Calpe) y Ángela Rodriguez (del asador de San Juan Villa Antonia, antes Els Vents). “Vamos muy bien representados”, se enorgullece Berenguer.
Con todo, el presidente de ASECA ha querido expresar su agradecimiento a todas las bodegas y a la DO de Alicante por “volcarse con la asamblea” y sacarla adelante a pesar de las dificultades pandémicas. “Cada asociación quiere que su tierra sepa lo que hay en España y cómo funciona. Yo solo quería que Alicante supiera que hay una asociación de sumilleres enorme que va a campeonatos europeos y mundiales y que se lleva muchos premios, porque eso aquí no estaba reconocido”. Después de todo, el esfuerzo ha dado sus frutos: “Creo que es, hasta la fecha, la asamblea que más repercusión ha tenido en los medios y en la provincia, y eso es un orgullo”. El próximo año —revela—, la anfitriona será Montilla (Córdoba), y Murcia y Galicia ya han presentado sus solicitudes para las siguientes ediciones.
Una ruta por la vinicultura alicantina
El encuentro de sumilleres empezaba el lunes por la mañana, cuando representantes de las distintas asociaciones españolas visitaron la bodega Las Virtudes, de Villena, para catar sus vinos y disfrutar de una comida en compañía. Por la tarde, se desplazaron a las bodegas (también villenenses) de Francisco Gómez, donde tuvo lugar la primera parte de la asamblea y, como broche de oro, una cena en sus salones. La mañana del martes quedó reservada para la segunda y última sesión asamblearia en el Palacio de Congresos de Elche. Acabada la cita, el alcalde de la ciudad, Carlos González Serna, los recibía en el Consistorio, y tras la visita protocolaria, el grupo se desplazaba al hotel Huerto del Cura, el espacio elegido para el resto de la jornada. Allí, un showroom de toda la Denominación de Origen de Alicante precedió y siguió a la comida hasta que, sobre las 19 horas, Pepe Mendoza, “uno de los mejores enólogos de la provincia” en palabras de Berenguer, impartió una masterclass con sus vinos ecológicos.
La noche se cerró con una velada gastronómica en los jardines del hotel, a la que asistieron miembros de la Diputación, el Consejo Regulador, el Ayuntamiento y hasta la Dama de Elche Viviente, encargada de entregar los premios a los campeones del año anterior que, por las circunstancias sanitarias, no pudieron recibirlos. El encuentro llega a su fin este miércoles 15 con una ruta matinal por otras tres bodegas patrocinadoras: Casa Sicilia (de Novelda), Bocopa (de Petrer) y el grupo MG Wines, cuyas bodegas alicantinas (de las seis que lo conforman) están en Monóvar y Sierra Salinas (Villena). De este modo, las jornadas concluirán en lo que el presidente de ASECA considera “la cuna del fondillón”.