El homenajeado, en un discurso repleto de humor, expresó su agradecimiento por esta distinción en un año especial «en el que me hace mucha ilusión como delegado del periódico, ya que se cumplen 25 años de El Norte de Castilla en Segovia», dijo. También citó una serie de relaciones y coincidencias entre el vino y el tenis: «tienen en común que son vida, que son saludables y si en el concepto estamos de acuerdo y son similares, en la ejecución del concepto no se parecen mucho».

Jaime Rojas, durante el desenfadado discurso con el que recibió la distinción de Sumiller de Honor en el Open de Castilla y León.
«Cuando sacas, en tenis -contó-, alcanzas los cien kilómetros por hora o más, pero abre una botella de vino a cien por hora a ver qué pasa, es imposible. Para abrir el vino imagínense dar un drive o un revés: igual te pones perdido. Y no les digo nada lo que es una dejada: en tenis haces correr al contrario y le cabreas al contrario. Si dejas algo en una copa de vino igual también se cabrean. Hay cosas, en cambio, en las que coincide: en el tenis es bueno tener un buen saque y en el vino también, te protege». Concluyo exhortando a los presentes a que «jueguen al tenis y beban vino, pero por favor en ese orden, porque si lo hacen al revés es posible que cometan muchas dobles faltas».
La presencia de los sumilleres en el torneo se remonta a 1986. «Poco a poco, pero siempre hemos querido estar aquí. Este es el escaparate perfecto para promocionar el vino de la región; es el mejor Challenger del mundo», comentó Pablo Martín, quien tuvo palabras de agradecimiento para la Junta de Castilla y León y Tierra de Sabor, -patrocinadores del concurso Mejor Sumiller nacional de UAES-, además de para la Diputación de Segovia y Pedro Muñoz, del Open. En el acto estuvieron también presentes, entre otros, Juanjo Alejos, José Antonio Cabañas, Adolfo Benítez, Paco Plaza, Ignacio Gómez, Carlos Castellano y Sergio Muñoz.